Antes de solicitar dinero al banco hay algunas cuestiones que debemos tener en cuenta para evitar futuras sorpresas. Además del tipo de interés es necesario conocer otras cuestiones como los gastos de apertura y cancelación, la tabla de amortización, o las obligaciones contractuales. También existen diferentes préstamos según el sistema de amortización que se utilice.
Diferentes tipos: Para pedir uno de estos productos financieros a un Banco, lo primero que debemos saber que es realmente un préstamo y diferenciarlo de otros productos financieros. Un préstamo es una cantidad de dinero determinada que un Banco nos presta de una sola vez y para la que se establecen unas condiciones de tiempo e interés. A diferencia de este producto, un crédito es también una cantidad de dinero que el Banco nos presta, pero que se puede usar en función de las necesidades o incluso no utilizar si no es necesario.
Modelos de Amortización: el más habitual es el sistema francés o de cuotas constantes. Es decir, si tenemos un préstamo concedido con estas condiciones, la cuota mensual será la misma desde inicio hasta el fin del período establecido. En este caso hay que tener en cuenta que como la cuota está compuesta de diferentes elementos al comienzo del préstamo pesará más la parte de los intereses que se pagan y menos la del capital amortizado. Y a medida que avance el tiempo, sucederá todo lo contrario, aunque la cuota no varíe. La ventaja está en que siempre sabemos cuánto hay que pagar.
Además del modelo francés existe el sistema alemán. En este sistema las cuotas no son iguales y van decreciendo con el paso del tiempo. Con el sistema alemán la proporción de capital que se amortiza en la cuota es siempre el mismo y los intereses descienden con el tiempo según lo va haciendo el capital pendiente Con este sistema el esfuerzo mayor se realiza al principio y poco a poco los pagos se reducen.
Existe también el llamado sistema americano, aunque mucho menos usado y conocido. Al principio sólo se pagan intereses y la amortización se produce al final. Generalmente las cuotas de amortización del sistema americano son anuales. Es decir, a final de año se pagan los intereses de ese período. En la última cuota, al capital total se le suman también los intereses de ese año. Como en este sistema no se amortiza nada durante la vida del préstamo, la amortización americana es la que conlleva más intereses.
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